Te veo. Pasaron casi veinte años desde la ultima vez que hablamos y de una manera que nadie podría predecir te volví a ver, pero diferente. En una conversación de mis alumnos te vi, la misma banda que te gustaba y buscabas cualquier oportunidad de reproducir apenas te dejaran lo suficientemente cerca de un equipo de música. En la manera en que el estudiante interrumpía a sus compañeros para decir una frase de la misma canción que era tu favorita, y de pronto, no solo estabas ahi. Eran tus ojos, tu sonrisa, tu forma tan amorosa de verme. De mentirme. Me detuve con el libro en la mano, viendo a ese alumno que volvió a ser el y me pregunto gracioso si conocía la canción. Es lo mismo que me dijiste el día que nos conocimos, el sentimiento fue el mismo porque no te miraba por que la canción me gustaba, jamás me gusto ese grupo de música, pero te veías con esa misma ilusión. —Hace mucho no escucho esa canción— Mentí, pero la sonrisa tranquila que me caracteriza evito que so...