Dedicado a todos los que no tuvieron tiempo para sanar. Sin tiempo de sanar. Estaba disfrutando de un mate cuando sentí un dolor. No le presté mucha atención; la realidad es que no tenía tiempo de detenerme. Había que realizar tareas, limpiar, preparar la comida porque Mauro regresaría pronto del trabajo, comería rápidamente y luego se dirigiría a su segundo trabajo. No hay tiempo para sentarse a experimentar el dolor. Ha disfrutarlo.
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