Relato. El olor a Julia.

Sinopsis: Exponer un libro que leímos, junto con nuestro grupo. Solo éramos tres integrantes, y nos presentamos dos.  Sigo sin entender porque Rosa, me tiene tanto miedo.

El olor a Julia.

Estuve preparando esta exposición hace dos semanas, desde que nos dejaron la tarea. Tengo una cartulina con la sinopsis del libro y unas imágenes recortadas junto a un hermoso titulo, estoy emocionada, es perfecto. Hice el trabajo junto a Rosa, ella se encargo de la maqueta, quedo bien pero no puedo dejar de mirarla con menosprecio, yo hubiera podido hacerlo mejor. Pero necesito aprender a delegar, eso hace un buen lider. Al final, ya habia hecho la parte de Julieta y sacamos a Pablo del grupo por no hacer nada, ser lider siempre es difícil. 

Planché mi uniforme, me lustré los zapatos y la pollera me cubre religiosamente las rodillas, las medias estan sin una arruga, todo es perfecto. Me levanté con un ademán elegante y pasamos al frente con Rosa, ella a mi izquierda, usamos a dos chicos altos para que sostengan la cartulina y en las sudorosas manos de mi compañera esta la maqueta, en la que intenta esconder su cuerpo detrás de la misma. Tosí para aclarar mi garganta, y con una sonrisa serena, saludé a mis compañeros y mi profesora. 

Presenté el titulo, a los integrantes, y comenté la sinopsis del libro que elegí.

— Es un cuento literario, esta escrito en primera persona —Agregué con orgullo, ante el silencio y la mirada penetrante de mis compañeros — La trama esta cerrada, es decir que se comienza y se finaliza en el mismo cuento —Entoné con exageración las "z", para alargar mi discurso— El ambiente principal de la obra es la casa, la habitación el viejo. ¿Quién es el viejo? Se preguntarán —Di una risa falsa y a mi parecer, hermosamente sofisticada— Por supuesto, Rosa, ¿Puedes hablar de los personajes?

Rosa tembló en su lugar, intento cubrir más su cuerpo con la maqueta, con una tartamudez evidente y nerviosa, intento igualar mi tono de voz— Los personajes principales son el viejo, que es adinerado y tiene ojo de bui-buitre, y el asesino que es nervioso... pa-paranoico, además de los secundarios... 

No esta de más agregar que fallo enormemente al intentar, de manera infantil, igualarme. Miré hacia el frente y tope mis ojos con Julieta, que vislumbraba una sonrisa siniestra en su rostro. No dijo nada, pero nunca desvió su mirada de la mía, sentí como intentaba intimidarme y disfrutaba el hecho de enfriar el ambiente. El aire se tenso, y solo podía escuchar la respiración aguada de Julieta. 

—Entonces, ¿Cómo encontraron al culpable? —Preguntó la docente con su voz desgarrada por un cáncer de garganta que comenzará mas pronto que tarde. 

Rosa respondió rápido y certero —Por la ranura, la luz se reflejo justo en el ojo del viejo. 

—¿Por qué estaba tan perseguido? —El olor a cigarrillo se me pego en el pelo. 

Mi compañera se emociono y movió levemente el hilo que conectaba a la puerta del piso, que comenzó a palpitar, al mismo tiempo que se escuchaba un sonido ahogado desde la misma maqueta. Mire incrédula a Rosa, que me devolvió al mirada con una sonrisa de alegría mientras nuestros compañeros se levantaban y aplaudían. Incluso Julieta. Aunque la compuerta de la maqueta hacia el mismo sonido que ella cuando la ahogue hace unos días, la busque entre la multitud, pero Julieta ya estaba detrás de mi. Podía olerla. Incluso sentí su mano, sin uñas, sobre mi hombro.

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