Órgano mío. Relato.
Órgano mío.
Mi primer acercamiento fue en un libro de primaria, considerado uno de los órganos más importante del cuerpo humano y con una relación estrecha y casi mortal con el cerebro, una relación -mínimamente, al menos- romántica, alimenta el cuerpo humano de todo lo necesario y permite que funcionemos hasta en las más pequeñas y olvidadas actividades, respirar, comer, orinar, vivir. Ahi esta, ese pequeño órgano que dimensionamos su forma y estructura con un puño en nuestro pecho, al costadito del esternón pero arriba del estomago. Acostado sobre el diafragma, un musculo gigante que limita a los pulmones, ahi descansa el corazón.
¡Que cansado debe estar!, pensaba de joven, todo el día trabajando y nunca para. Nunca vacaciones, y sin darme cuenta lo comencé a tratar como si fuera un pequeño ser vivo ajeno a mi, viviendo en mi pecho y reaccionando a las cosas que pensaba o veía. No fue hasta mi adolescencia cuando logre entender su funcionamiento, transporta oxigeno, nutrientes, me limpia con ayuda de otros órganos, es tan noble.
Tan asesino, eso me encantaba, amaba ponerle una personalidad. Cuando sentía mis extremidades congelarse y mi corazón latir de esa manera tan particular, me embobaba pensar que estaba dispuesto a reducir mi sangre en mis extremidades solo para salvarse. ¡Y que contenta estaba! Deseando que el siguiera latiendo por siempre.
Y decidí, esos días fríos en mi adolescencia, estudiar algo relacionado a él. ¿Alguna vez, tan solo por un segundo, amaste algo tanto y tan profundo para dedicarle toda tu vida? Estuve en varias carreras hasta que lo encontré, estaba ahí, navegando por internet cuando accidentalmente vi una cirugía de corazon abierto. Ahi, abierta las costillas con un metal que dejaba verlo totalmente, visceral, sangrante y totalmente orgánico. Sus movimientos espasmódicos, totalmente independientes de su entorno, sacudiéndose en sus cuatro segmentos conectados por válvulas, pasando sangre a presión como si fuera una maquina finamente calibrada. Dentro de un paciente, la pantalla mostraba esa imagen grotesca y totalmente monocromática, y me enamoré más a cada latido.
Su funcionamiento, quería eso, quería todo lo que el corazon pudiera darme. En conocimiento, en experiencias, cuando comencé a sentirlo queriendo salir de mi pecho mientras veía la pantalla de la computadora. Fue claro, una idea concisa y totalmente irreal cubrió mis ojos, quería verlo. Quería trabajar en un quirófano.
Y eso hice, mientras estudiaba y quería bajar los brazos, la vida me llevo a hacerme un estudio del corazón. Una imagen de mis válvulas por medio de un ecógrafo, me acosté en una camilla en una pequeña habitación y el medico puso su herramienta clínica de diagnostico en mi pecho, miré el techo sin muchos ánimos. Pero el susurro algo que parecía irreal.
"Mira, se ven a tiempo real como funcionan"
¿Qué, mi corazón en tiempo real? O sea, verlo funcionar dentro mío, pero ¿sin abrir?, sin sangre por todos lados, sin miles de profesionales, una locura. ¡Esta loco!, me giré tan rápido que el medico se sobresalto, pero en la pantalla estaba una imagen ruidosa a dos colores, una pequeña válvula y una cámara, podía verla vibrar y cerrarse. Estaba ahi, enfrente mío, pero adentro de mi pecho, funcionando. Fue tan mágico, tan hermoso, era como si ese órgano me hablará, como si pudiera verlo en su mejor momento.
Como si me gritara: "¡Aquí estoy! Hago todo lo posible por que vivas, por favor cuídame"
Me quedé sin aliento, no pude emitir una palabra. Pero cuando el medico recomendó ejercicio y comer saludable, no puse ni dudas. ¿Dejar la gaseosa? Claro, ¿Lo frito? Sin dudas, ¿Dormir ocho horas y andar en bici? Por supuesto, toda la vida. Estaba dispuesta a hacer todo lo necesario para que el funcione bien, necesito que ande, que circulé, que bombee.
Y así pasaron los años, cuando trabajo a veces lo escucho latir dentro de mi garganta, me da ideas o consejos, lo cuido mucho más. ¿Sabias que no es muy difícil? Nos tiene que durar toda la vida, pero aun así, a veces me pregunto si realmente lo amo. ¿No estaré enamorada de mi idea sobre los órganos? ¿Del conocimiento que me falta obtener y atesoraría? Aunque, la pregunta mas fuerte que me atraviesa de lado a lado, no me deja dormir y me atormenta en mis momentos en soledad: ¿Estoy enamorada del corazón o de mi corazón?
Comentarios
Publicar un comentario