De Adriana Rivas.
Foto de Radio nacional |
De Adriana no sabemos mucho, de la fundación FILBA pude extraer este texto completo y cito: "Nació en Buenos Aires, en 1980. Trabajó diez años como periodista. En 2017, publicó Angst (editorial Tenemos las Máquinas), su primer libro de cuentos, y en 2019 La sal (editorial Odelia), su primera novela. Es autora, además, de los libros ilustrados “Entre las hojas que cantan” y “La sartén por el mango” (editorial Diente de León). Tiene tres hijas." Lamento no poder conseguir algo más amplio, pero creo que para lo que queremos contar hoy esto es más que suficiente, ella es madre y tiene/tuvo (No pude saber esto) una madre que es lo que nos trae en particular, hoy aquí.
Para explicar un poco de mis pensamientos por estas poesías, debo traer a la mesa una carta poderosa, que fue mi primer interés al leer la contratapa del libro. La odisea. ¡Que intensa elección de relectura! Un libro enorme que lleva el peso de la historia en sus hojas, que he vuelto a recordar con estas poesías.
Hago un pequeño sector para rememorar la odisea. Es un poema épico que nos cuenta como vuelve Odiseo a su casa, en Ítaca, despues de la guerra de Troya (Otro libro, la Ilíada), hasta que llega a su hogar MUCHOS años despues. Puedo decir que de las cosas que mi generación mas recuerda de estos libros es el ENORME amor que Penélope le tenia a Odiseo, o su profundo terror a casarse otra vez con algún hombre, pero no estamos para reseñar La odisea.
Entonces, Adriana nos cuenta que durante la pandemia (pandemia de COVID-19, La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, condición que mantuvo hasta el 5 de mayo de 2023, cuando la OMS decretó el fin de la emergencia sanitaria ) elije releer la odisea junto a su madre, y menciona una de las frases mas hermosas con la que me decidí a comprar este libro. "¿Qué es una madre?" y "Nos juntamos/en la mesa de la cocina/ donde aprendí/ a contar, y donde ya nadie/ crece" Porque son líneas que personalmente me atraparon.
Creo que es una lineal muy fuerte de pensamiento -Que muchos evitamos- el que la pandemia nos sentó frente a frente junto a desconocidos cercanos, donde vimos caras de personas que quizás jamás quisimos conocer. Que no pudimos tolerar o enfrentarnos, y ahí en medio de eso, con un dialogo interno que nos muestra algo extraordinario, las madres son mujeres y estan viviendo su única vida; como las hijas, como las abuelas.
Estos poemas, tienen algo en particular, primero lo lei rápido. Como lecto voraz nunca me detuve a degustar, y tuvieron que pasar meses (El día que escribo esto es principio de marzo, pero la lectura la hice en enero) para poder sentarme a pensar sobre lo que leí, porque hoy me acorde de como nosotros vivimos nuestra propia Odisea, rutinaria, tranquila, expectantes.
No tengo tanto que decir, es mi primer poema real que leo. Pero quiero dejar algunos fragmentos que me gustaron mucho. "Necesitamos/más/tiempo", "tejo/desteje/tejo/desteje", "desde que murió papá/extraño a mamá/ la confundo/ con un recuerdo/ que me aterra/ olvidar"
Y termino esta reseña con lo mismo que termine el libro, "Bendita sea aquella, que es su infinita tristeza, lee la odisea y encuentra en ella una madre". Porque lo que hizo, me parece una obra creativa hermosa, profunda, caprichosa y excéntrica. Les deseo muchas lecturas.
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