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¿Taller de escritura?

 Esta critica esta contada como relato. Se recomienda discreción. 

Vamos a hablar de porque entrar o no, a un taller de escritura. 

Antes que nada, te contaré un poco sobre mí. ¿Quién soy yo? Nadie muy importante, llevo escribiendo constantemente, a veces mas o menos, desde hace más de trece años. Cuando empecé a escribir era 2010, en marzo, vivía con la cabeza metida entre los libros y fue algo que se convirtió en todo lo que era o fui. Lo sigue siendo, con eso acentuado, continuamos. 

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Nunca me gusto hacer preguntas, pero me encanta la curiosidad, existe una muy fina linea entre cuestionar y curiosear, de hecho, no podría distinguirlos más allá del tono de voz. Y me quedaría a medias, probablemente. Sabiendo eso, el nombre del taller -una conversión de lo cotidiano a lo literario- me hizo una pregunta que me llevo a anotarme. "¿Cómo?" pero no se me ocurrió la más importante que surgió despues del primer día "¿Porqué?".


Ahora, ustedes mis queridos lectores, ¿podrían responderme una simple pregunta?: ¿Qué merece ser relatado de su vida cotidiana? 

Estuve tres días, pensando en qué y decidí solo narrar una situación laboral. Hice lo correcto, ciertamente, ante las preguntas inquisidoras de mi texto, solo respondí un breve "me dio curiosidad saber a donde podía llegar esto" y así fue. Hubo otras personas que escribieron sobre familiares muertos y demás, y la profesora planto una semilla en forma de frase que destruyo a más de uno: ¿Para qué me contas eso? 

¡Destruido en segundos! 

No voy a mentir, pero varías personas -quince (15)- dejaron el taller ese día. Yo quise tambien, pero algo en ser el pez pequeño en el gran estanque me sedujo y me quedé, agradezco eso. Hay un momento como escritor que necesitas que alguien te diga "no eres tan bueno" y eso siempre viene seguido de un "puedes mejorar". Me abrace a la posibilidad. Pero no me volvieron a leer en voz alta. 

Cada semana fui transformando ese relato, escuchando las criticas hacia mis compañeros y tomando una posición humilde, pero cada "¿Y? ¿Porqué contarías eso?" seguido de un "La escritura debe atraparte o mínimo entretenerte. No conseguís ninguna de las dos". Mentiría si digiera que he terminado una clase con los ojos llorosos por criticas que no iban a mi, porque mis escritos ni siquiera eran lo suficientemente buenos para ser leídos. 

Cuando entre al Drive y vi los comentarios de mi escritura, me quise morir. Habia criticas  desde la organización del texto, el lenguaje, el idioma autóctono, la idea, todo mal. Menos el conflicto y la fatídica resolución del mismo. Sin contar que ella exigía un relato corto, y yo siempre muy fan de la brevedad, los seguía, pero "pude haber escrito más, dejar en claro la idea".

Antes, hubiera discutido. Pero si yo me puse en la posición de estudiante es por algo, porque lo soy. Y escribí, mejoré ciertamente, y conseguí organizar y armar un texto. Mi entrega final fue Capitán. No tuvo nada que ver con el texto que empecé, pero ahi estaba, erguido con orgullo característico de una narración marítima del siglo 17, bien escrito, organizado, adecuado lenguaje. Mejoré, aprendí de lenguaje y lectura, de organización y estructura de personajes, paisajes, géneros. Increíble. 

¿Recomiendo yo, los talleres exigentes? Por supuesto. Todos necesitamos chocarnos con la pared de que no somos tan buenos, ni tan malos, pero saber preservarnos tambien. No escribas sobre tu familiar muerto o tu reciente corazon roto, todo lo que escribimos es un a conversación con gente que no conocemos. No te expongas. Hay veces, que nuestro mayor hito es cotidiano para los demás.

Sigan escribiendo. 

Comentarios

  1. Me gusta que juegues entre el relato y el cuento, le da otra visión mucho más intima al escrito. Y de eso se desprende mi conclusión de tu idea: yo creo que si hay que escribir sobre lo que sea que nos pase, desde lo más simple y plano hasta lo más intimo y profundo; miles de obras geniales salieron de esa forma pero ignoramos el proceso. Poder expresar eso tan "de adentro" y convertirlo en arte es lo que se conoce como "escritura terapéutica".. de las mejores formas de re-convertir pulsiones.
    Las formas en las que se deconstruyen o destruyen esas obras es, para mi, el punto clave. Por eso insisto tanto en diferenciar un taller de escritura creativa, de las clases de corrección literaria, el foco es gigantescamente distinto.

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