Por Natalia Ginzburg, 1963.
La historia nos contará con una narración delicada y sublimé sobre la vida de la clase alta italiana, en una pequeña billa. La historia será narrada por Elsa, la hija de una familia obrera que se mantiene en buenas amistades con la gente de clase alta.¿Un poco de la autora? Natalia Ginzburg es una italiana, nacida en 1916, empezó publicando cuentos y a medida que creció (viviendo el gobierno de Mussolini) siendo ella judía, fue deportada y quedando viuda en 1944 de su primer marido. Invito realmente a leer su biografía, pero al ser tan extensa la dejaremos un poquito, e iremos directamente al libro que nos reúne hoy.
Las palabras de la noche.
Si yo pudiera decirles algo sobre esta novela, sería que es un rejunte de personajes extremadamente variados y carismáticos. Siempre será "hijo de, hermano de, el marido, la esposa de." los personajes tienen enrevesados arboles genealógicos, los veremos crecer y morir en cuestión de paginas. La vida no es linda, es cruda y esta novela corta de poco mas de cien paginas nos lo recordara.
Los finales son amargos, muchos matrimonios que terminan en sobriedad, cortejos, casorios, solteras. Creo que si pudiera saber que se sintió vivir en la clase alta, probablemente este libro lo explique perfectamente, la superficialidad y la necesidad de ser y aparentar es simplemente... indignante. Los personajes son tan vivos, es una lectura hermosa donde podemos disfrutar sus vidas y sentir sus emociones.
La lectura, es delicada, se siente esa angustia esa necesidad desgarradora de obtener "lo mejor" pero "lo que quiero", no suelen ser lo mismo, incluso vemos como la gente simplemente se aburre de su vida y solo siguen como un teatro, tomando el colectivo o el tren, viajando y realizando actividades de temporada como si las disfrutarán. Viendo a sus amores casarse con personas "adecuadas" y viviendo su vida "como tiene que ser" mientras los celos y la indignación les crece por dentro.
La necesidad de casarse, de tener hijos, de tener un buen trabajo, una buena casa, es posible sí. No como en nuestro tiempo, pero ahi cuesta tanto, dejarse y abandonarse uno mismo para encajar en el papel milimétrico que la sociedad italiana les hizo creer que esta hecho para ellos.
Una critica social. Hermosa. Pero una critica severa por donde se miré.
Recomiendo abiertamente esta preciosa, lenta y muchas veces indignante lectura.
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