Por Horacio Castellanos Moya.
El asco es una critica de lo más pintoresca realmente, es un libro corto, con una narrativa complicada al principio, pero disfrutable a la larga. Es el primer libro que recomiendo abiertamente leer en voz alta y por lo mismo, no se lo recomiendo a nadie.
Esta lleno de odio y rencor hacia una sociedad que, por si no quedo claro, donde Vega aborrece y niega pertenecer, desde lo mas profundo de su ser.
Para comprender esta historia, ayuda mucho conocer un poco la historia de Horacio Castellanos Moya. (Nació, 21 de noviembre de 1957) Un hombre que nació en Honduras y a la edad de cuatro años va al San Salvador, viviendo ahí hasta la edad de veintidós años, que decide viajar al extranjero. Este suceso es relatado en el libro, con lujo de detalle.
El contenido es sensible, por supuesto, necesitamos un poco de contexto sobre la guerra civil del salvador para entenderlo del todo. En resumen, fue un conflicto bélico que se desarrolló entre 1979 y 1992.
Un extracto de la Wikipedia del autor dice "donde expone ácidas críticas a las costumbres y la cultura de El Salvador. Su madre recibió amenazas de muerte dirigidas hacia Castellanos debido al contenido con el que trata algunos temas sensibles"
Entonces, con ese contexto pueden decidir ustedes si leer esta breve narrativa o no. Es realmente para un publico especifico, por no decir "especial". Procederé a contar lo que yo pienso de esta critica.
La critica de la critica.
Como sur americana, de un país que tuvo demasiados golpes militares -recientes, hace menos de 100 años- el morbo que hace referencia Vega, hacia los militares o las personas que sueñan con llegar a ser eso, me pego donde duele. Me hizo preguntarme varias cosas, "¿Porque soñarías ser quien te reprime?" Es de hecho, lo esperable en una sociedad que no conoce otra realidad. Porque Vega, tomando las libertades correspondientes, critica esa realidad.
Su relación con su propia familia, con sus sobrinos, con los amigos de su hermano y con Moya, son mediocres. El autor te hace sentir esa sensación peluda de la angustia profunda que siente Vega al habitar una casa sin un libro, pero con tres teles. Prendidas al unísono en canales distintos. ¿Es algo meramente latinoamericano? Puede ser.
Pase tres etapas en esta narrativa, la primera de comprensión pura y dura por las situaciones, la segunda una sorpresa y duda -Empecé a dudar realmente si el hermano quería quedarse con la casa o solo pasar tiempo con Vega- y al final, la etapa que me gusta llamar "Vega, tómate un Té, la vida no es blanca o negra"
Separarse y poder ver a Vega como una persona hipersensible -En el amplio espectro de la palabra, tanto como un profesor de arte como una persona delicada-, rencorosa, nervioso y ansioso... es magnifico. Vega tiene tonalidades, que el no puede ver en los demás, es un protagonista que me hizo reír en un burdel, que me hizo enojar en un velorio y que me consterno en un bar.
Ame este libro, es breve pero contundente. No lo recomiendo, pero si desearía que todos puedan disfrutarlo como yo.
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